El pin parental

Vox salió electo para la presidencia en la región de Murcia en las últimas elecciones autónomas, y recientemente se han decantado por implantar una de sus muchas barbaridades arcaicas en los centros escolares de la región.

Bueno, ¿qué es el tan célebre Pin Parental que se encuentra en boca de todo el mundo? Según Vox, es una solicitud escrita que va a dirigida a los directores de los centros educativos en la que los padres piden que les informen previamente sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones sobre la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI, de tal forma que los progenitores puedan dar su consentimiento para que su hijo asista o no. La razón que da el partido para implantarlo es que se están adoctrinando a los niños en los centros educativos a través de estos contenidos.

En mi opinión, las personas que quieren llevar a cabo esta ley, puede volver a la máquina del tiempo en la que llegaron y volver a su respectiva época que sin duda corresponde a antaño. Los niños no son propiedad de sus padres. Quieran o no, no saben ni pueden educar como corresponde, si no, ¿por qué hay escuelas? Los niños tienen que aprender desde la más temprana edad lo que pasa con el mundo, y eso incluye al mundo de la sexualidad, por mucho que le pese a la gente con una mente tan cerrada.

Creo que los que están a favor de esta autorización ni siquiera piensan cómo afectaría a sus hijos la abolición de estas charlas. Si un padre decide que su hijo no reciba este tipo de educación pero este niño o niño en la actualidad o en un futuro llegase a necesitar un consejo o una guía sobre las relaciones sexuales porque va a llegar el momento, o sobre la identidad de género porque no se sienten correspondidos por su género cis, se sienta oprimido por su pareja o un sin fin de situaciones más, no habrá recibido la información necesaria como para sobrellevarlo y superarlo como se debe.

Además, quienes apoyan el pin, aseguran que las charlas afectivo-sexuales son doctrinales, pues bien, ¿acaso privarles de recibir esta información, que luego ellos podrán tomar como quieran, no es también una doctrina?